LA HISTORIA SE REPITE, OTRA VEZ TODOS CONTRA “EL LOBO IBÉRICO”.

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El lobo ibérico “Canis lupus signatus”

Descripción

El lobo ibérico (Canis lupus signatus) es una subespecie de lobo (Canis lupus) endémica de la península ibérica. Es un lobo de tamaño medio; los machos alcanzan entre 130 y 180 cm de longitud y unos 50 kg. Las hembras alcanzan las hembras entre 130 y 160 cm y pesan de 30 a 40 kg.

La altura de cruz puede llegar a los 70 cm. El pelaje tiene manchas oscuras en la cola, parte anterior y cruz que han dado nombre a la subespecie.

En movimiento llama la atención el poderío de los cuartos delanteros en relación a la grupa, levemente caída. Tienen la cabeza grande y maciza, orejas triangulares relativamente pequeñas y ojos oblicuos de color amarillento. El hocico presenta unas manchas blancas en los belfos denominadas «bigoteras».

Su pelaje es heterogéneo, de tal forma que se describen unas franjas longitudinales oscuras o negras cubriendo la parte anterior de sus dos patas delanteras, una mancha oscura a lo largo de la cola, y otra mancha oscura alrededor de la cruz a la que se le conoce como «silla de montar». El conjunto de estas marcas o manchas oscuras, son las que le han dado el nombre «signatus» a esta subespecie de lobo, puesto que signatus en latín significa ‘signado’ o ‘marcado’. Los lobeznos al nacer presentan tonos oscuros uniformes.

(info. Archivo Wikipedia)

Proceso histórico y población actual

Hasta principios del año 1970 el lobo ibérico era “oficialmente” considerado una plaga en España, y el gobierno pagaba recompensas por ver a estos animales muertos. En ese momento, muchas personas vieron al lobo como marca de un país del Tercer Mundo, en contraste con naciones «civilizadas» como Francia y Gran Bretaña que habían erradicado con éxito esta plaga. En el pasado, la persecución se había extendido, y existía una ley aprobada por el Príncipe de Asturias que en detalles planteaba que, entre marzo y diciembre del año 1816, se pagaría 160 reales de recompensas a la persona que matara un lobo adulto y 32 reales por un cachorro. La población del lobo ibérico fue mermada hasta los años 70 quedando aproximadamente de 400-500 individuos.

En la actualidad, el lobo ibérico (Canis lupus signatus) se encuentra en el norte de Castilla y León (aproximadamente 1000-1.500 lobos ibéricos), y menos del 35% en Galicia (aproximadamente de 500-700 lobos ibéricos), y la mayor densidad de población se encuentra en el noreste de Zamora (5-7 lobos/100km2). Una vez los lobos estuvieron presentes en toda la península ibérica, pero ahora están exiliados al Nordeste (Asturias, León, Norte de Castilla, Galicia), y algunas poblaciones están en la Sierra Morena (Jaén y Cuenca).

Pero algo cambio:

En los últimos 40 años ha existido una gran migración de las personas del campo a las ciudades, y esta ausencia ha llevado a la regeneración de la vegetación natural en las antiguas zonas agrícolas y el enorme aumento de las especies que les sirven de presas a los lobos ibéricos, dentro de estas podemos mencionar, el corzo y el jabalí. Cuando se va en coche o se toma un tren, se podrá apreciar la inmensidad, el vacío del paisaje, y la rica y variada fauna.

Aunque todavía existen muchos recelos, entre algunas poblaciones rurales. Ahora en España vemos al lobo ibérico como un animal digno de protección. El gran español y populista de la naturaleza, Félix Rodríguez de la Fuente, jugó un importante papel en esta conversión. Millones de hogares en España en la década de los setenta fueron cautivados por su serie de televisión, ‘El Hombre y la Tierra’, de la que un lobo fue la estrella del espectáculo. Rodríguez utilizó los lobos y los cachorros que vivían en una finca vallada en la creación de esta serie. Pero, a pesar de su engaño, en este episodio el lobo se destaca como una pieza magnífica y hermosa en la naturaleza.

Recientemente, se las han arreglado para cruzar de nuevo la barrera, lo que hoy en día es el río Duero y han comenzado a extenderse hacia el sur y hacia el este: se han detectado dos grupos cerca de Guadalajara y han comenzado a moverse en Teruel, en el sur de Aragón.

(info. lobopedia)

El lobo, en el punto de mira:

Cazar lobos en España es legal y aunque está protegido en algunas zonas, resulta «insuficiente» para el colectivo ecologista, que el domingo 12 de marzo se manifestó en Madrid para denunciar la «constante matanza» y reclamar su protección por igual en todo el país. «Creeemos que el conflicto con los ganaderos y los cazadores se soluciona con una buena gestión, basada en medidas preventivas, como el uso de mastines y de burros, que detectan al lobo; la recogida del ganado en cercados, y un mayor celo del pastor en la vigilancia del ganado», apunta Theo Oberhuber, responsable del área de Conservación de la Naturaleza de Ecologistas en Acción.

El río Duero es una frontera natural, pero débil, que el lobo -capaz de recorrer hasta 120 kilómetros en un día- logró superar en el año 2000. Su presencia, cada vez mayor al sur del río, trae de cabeza al colectivo ganadero, por eso el Gobierno ha intentado en reiteradas ocasiones -hasta ahora sin éxito-, que Bruselas permitiese las batidas también en esa zona. En contrapartida, Podemos registró el pasado año en el Congreso una iniciativa que aspiraba a lo contrario, a elevar el grado de protección.

Un planteamiento que los cazadores rechazan de plano. Creen que es un «disparate» considerar al lobo como especie protegida, porque su población no deja de crecer y perjudica a los ganaderos. «Es necesaria una caza racional, para evitar desequilibrios en la naturaleza», mantiene Santiago Iturmendi, presidente de la Federación de Caza de Castilla y León.

El lobo ibérico se enfrenta así a quienes desean que su protección sea «real y efectiva» en todo el país y quienes defienden que se siga cazando para frenar los cuantiosos daños que ocasiona a la ganadería. Solo en 2016, las distintas administraciones regionales destinaron más de 1,5 millones de euros a indemnizaciones para compensar las 7.500 cabezas de ganado que fueron víctimas de los ataques del lobo. El ganadero recibe de media unos 60 euros por oveja o cabra que muera por un ataque del lobo, y en torno a los 400-500 euros por un ternero. «Pero hay otros perjuicios que no se cuantifican y son igual de desastrosos, como cuando el animal queda malherido y la hembra aborta o deja de producir leche», alerta Donaciano Dujo.

(info. hoy.es)

 

 

Reflexión:

FUMIX HIGIENE AMBIENTAL, S.L.

Creemos que este hermoso animal jamás se tendría que denominar plaga.

Las Administraciones Publicas tienen que encontrar el equilibrio entre la minimización del daño económico causado al ser humano y el aseguramiento de mantener una población estable de lobo Ibérico en nuestra Peninsula.

 

Saludos

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