Así es la avispa mandarina, más peligrosa y agresiva que la velutina
El avispón gigante asiático (Vespa mandarina) es una especie de insecto himenóptero de la familia Vespidae.
Las estadísticas revelan que al cabo del año causa hasta 40 muertes en Japón y que es muy dañina para las cosechas. También procede de Asia, pero los expertos coinciden al señalar que la avispa mandarina es aún más peligrosa que la velutina. En comparación con el resto de avispas que habitan el país, la mandarina es un ejemplar mucho más grande (los adultos pueden alcanzar los 5 cm de largo y una envergadura alar de 7,5 cm) con una capacidad destructiva aún mayor que la de su antecesora. Y es que, según los apicultores, su técnica consiste en matar a las abejas de las colmenas para alimentarse de ella y, además, utilizar su miel para alimentar a sus propias larvas.
La mandarina es una cazadora implacable que se alimenta de otros grandes insectos, tales como abejas, otras avispas y mantis religiosas. De ahí que los apicultores, donde la plaga de la velutina ha resultado ser más dañina, exijan ya medidas para frenar su llegada ante su expansión por China.
Su fisionomía, los expertos indican que la mandarina tiene una cabeza grande de color amarillo con grandes ojos y un tórax (propodeo) de color marrón oscuro, con un amplio escutelo (escama de escudo en el tórax), con un abdomen en colores marrón y amarillo. Este avispón gigante tiene tres ojos simples en la parte superior de la cabeza entre los dos grandes ojos compuestos. Como su nombre indica, es endémico de las islas japonesas, donde prefiere las zonas rurales, con especial inclinación hacia los árboles, en los que acostumbra anidar.
Su relación con las personas, el avispón gigante puede llegar a ser muy agresivo si se le provoca. Tiene un veneno que se inyecta por su aguijón de 6,25 milímetros de largo y ataca el sistema nervioso, dañando los tejidos de sus víctimas. Su picadura resulta extremadamente dolorosa y puede requerir hospitalización. Acerca de su peligrosidad, las estadísticas del país de donde es originaria revelan que de treinta a cuarenta personas mueren en Japón todos los años después de haber sido atacadas por esta subespecie.
ABC GALICIA